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martes, 28 de mayo de 2013

De la Realidad a lo Virtual

Con el paso de los años, la tecnología va avanzando muy rápidamente y no solo para el uso doméstico o industrial, sino en cualquier campo. Aquí hablaremos de los cantantes holográficos, películas hechas enteramente o parcialmente por animación y de pases de modelos en hologramas.

En Japón podemos ver la fama que ha alcanzado uno de estos hologramas. Se trata de una imagen en 3D que canta, baila y se mueve por todo el escenario igual que lo haría cualquier otra persona real.
Aquí se ve un vídeo de un concierto de la primera cantante holográfica creada por CRYPTON Future Media.



Este tipo de tecnologías o proyectos, en mi opinión, son innecesarios ya que, por mucho que lo perfeccionen e imiten a las personas de verdad, los conciertos no tendrán la creatividad de cualquier otro cantante, no podrán interactuar con el público, no pasarán por personas de carne y hueso y sobretodo, no podrán cantar en directo y ese es la principal razón por la que la gente asiste a conciertos.


En el caso de las películas, este tipo de tecnologías son más corrientes y tienen mejor uso ya que permite crear lugares de fantasía e inventados, movimientos imposibles para una persona, efectos especiales y personajes mucho más creíbles que hechos por muñecos o disfraces... En una película de ciencia ficción es necesario esos efectos y el uso de los ordenadores para hacer más "real" la película. En cuanto películas infantiles, siempre tendrá más espectadores y gustará más a los niños una de dibujos animados que una con personas reales.

Ejemplos de películas por ordenador: 
- Matrix, Transformers, El Rey León, Final Fantasy, Star Wars, Spider-Man...






Por último están los desfiles de modelos holográficos. Es una manera bastante correcta de usar esta tecnología ya que permite conseguir modelos de las tallas que quieras sin que ninguna persona real descuide su salud. Además de que evitan las prisas de cambiarse de ropa continuamente, maquillajes, peinados...






En mi opinión,por mucho que avance la tecnología, hay cosas en las que las personas no pueden ser remplazadas por imágenes, robots u objetos similares. No obstante, la ayuda de dicha tecnología es más que benefactora, siempre y cuando no sobre pase los límites morales y éticos.

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